En esta novela García Marques nos enfrenta con esa presencia inevitable que es la muerte, descubriéndola como una parte gemela de nuestro vivir. La muerte conocida desde la vida y en la vida misma.La muerte vislumbrada en los sueños y luego conocida como experiencia total del alma y del cuerpo. La muerte como una constante inminencia que nos revela hasta qué punto nuestro propio ser está formado por aspectos distintos y nunca imaginados.